sábado, 9 de enero de 2010

Una estrella en mi cielo


Una estrella en mi cielo.




Mientras andaba por el cielo, me encontré con una estrella, mi más valiosa cuestión fue si quería ser mi amiga
—Sí. —me dijo…
Cuando llegó el verano y mucho cambió, me di cuenta que la amistad en realidad existía ¿Cómo no lo pude haber descubierto antes?
Cuando volví a tierra con ella ya no podía contar, miraba el firmamento todas las noches, pero ella ya no estaba nunca más. Yo en realidad la extrañaba, pero ella ya no estaba

Era tonto, pero todos los días veía la noche, y me emocionaba cada vez que esta se avecinaba. Mis ojos veían el inicio de la noche, también veían el decepcionante final. Yo la esperaba y la anhelaba, pero no la encontraba.

Un día me encontraba derrotado, es que el mundo me parecía cruel, ya no tenía la fe de antes, mis valores se opusieron, el amor ya no bastaba para mi.

Fue muy difícil, así que en más de una vez quise dejar de existir. Un día cuando esa situación llegó, decidí mi destino final, y mirando a un oscuro barranco, soportando lo cruel que me parecía respirar. De pronto volteé un instante. Me miró con la mirada más tierna y alentadora. Y me preguntó
— ¿Quieres ser mi amigo?
Al instante retrocedí del borde
Y entre lo único que salió de mis estremecidos labios fu un.
— Sí
Y así mi vida volvería a cambiar, no por lo que ella haría por mí, si no que ahora supe comprender para que estaba a su lado.


Escribí esta historia un domingo, cuando alguien hablaba y no le presté atención, sentía muchas cosas en ese instante. Fue un domingo del ante año pasado, no sé si esto es algo que me ha sucedido, o algo que quisiera que me suceda. Pero ahora sé que yo sé valorar a las estrellas, y no es necesario que sean estrellas brillantes, con tal que lo sean.

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