Permíteme encontrar,
Entre tus pasos perdidos,
Que ambulan entre el suelo,
Y se pierden en el océano,
Nada más que un recuerdo,
Lo demás no importa,
Que se lo lleve el salitre,
Porque te amé y llore ¿Y qué?
Sé que amé hasta el infinito,
Y me perdí entre las ilusiones,
Pero después de las lágrimas,
Los ojos se redimen,
Y brillan más que nunca,
Es por eso tal vez,
También por mi mismo,
Que ahora hay libertad.
Aún estás es mi mente,
Hasta que la mortalidad,
Se lleve cada memoria,
Cada segundo de vida,
Cada fotostática fugaz,
Y aunque es ilógico,
No creo en la muerte,
Y sueño con la vida eterna.

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