En un fragoso mar,
De donde nacen los torrentes,
Me pregunté, si puedo, un día
Pero la celada calló,
Oscura desde entonces su lengua,
Por las calumnias y el abandono,
Y una pisca de verdad entre si,
Con el ocultismo tras su silueta.
Entre sus dientes lo efímero,
Cambian y cambian los diamantes
Hermosos y simplones relucen,
Y hasta caí en el peligro de creer,
En la magia nula de la mentira,
Desde entonces sin descanso,
Y ahora exhausto no paro de contar,
Sus pequeñas y grandes mentiras.
¡Fingida su gran pasión!
Yo lo exclamo sin llanto,
Sin dar una gran risotada,
Ni un falso discurso de superación
Si me quiso, bien por mi,
Bien por ella por disfrutar
Lo que nunca fue suyo,
Lo que se va con el destino.
Los momentos los viví,
Mentiras o no,
Los goce con algo de plenitud,
¡Y es bueno dudar a veces!
o en la mentira viajaría,
Torpe y siempre humillado,
Sin seguir el camino de mis ojos,
He de pisar el suelo de nuevo.
Si la cuenta no termina
¡Común mortal que soy!
Vocéame a gritos las cifras,
También saber donde estás,
Lo hago ahora, sin respuesta,
Ruego saberlo antes de morir
Si eres mortal como tus mentiras
O si para seguir viviendo, mentirás.
2 comentarios:
*.* Que lindooooo
u.u Me encantó!
Muy lindo tu poema
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