Nunca he bailado en público algún baile moderno, excepto la vez que cuando estaba en el kínder, con cuatro año, me dijeron que debía bailar una zamba. Tal vez otro día cuente más acerca de esto, lo único que les puedo decir es que lo hice mejor que las otras dos personas, tanto, que siempre recordaré lo avergonzada que se sentía mi hermana. Pero eso no importa ahora.
¿Bailar de vuelta? Una danza moderna. Con una coreografía determinada, Con un vestuario. Eso era mucho pedir, incluso para mi que me gusta bailar. He pasado preguntándome todo este tiempo. ¿Por qué acepté? Al llegar al primer ensayo, me di cuenta que tenía que bailar con otras tres personas que para mi sorpresa era totalmente desconocidos. Dos chicas y un tipo, que nunca me inspiró nada de confianza.
Al ensayar la coreografía, me di cuenta de la destreza que tenia en el baile, y lo bien que me estaba haciendo ir al gimnasio, sobre todo en los pasos de suma complicación, como cargar a mi pareja y otras cosas.
Solo tuvimos tres oportunidades de ensayo, en los cuales estaba enfocado en que cuando el día llegue, no vaya a hacer el ridículo, como la ultima vez que salí al frente en el colegio, todo muy aparte de lo que pudieran decir la gente, mi mamá, mis hermanas, mis amigos, lo cual era de suma importancia para mi. Además, saldría en televisión. Fue increíble saberlo, pero me moría de curiosidad por ver como me vería en televisión, me había preparado mucho, para no ponerme nervioso, como cuando estoy frente a una cámara digital casera, o incluso frente a la cámara web.
Solo pude cruzar pocas palabras con estos tres desconocidos, no diré los nombres, por nada en particular. Solo diré que el otro tipo nunca me veía de una buena forma, creo que jamás aceptó que un tipo que no era bailarín, y que ni siquiera era tan bueno bailando, pudiera haber tenido una oportunidad tan importante como esa. A veces tampoco yo lo creía, pero era real.
El día había llegado, solo mi familia sabía que bailaría. Me había abstenido a decirle a mis amigos, vecinos y conocidos acerca de este evento. Quería tomarlos por sorpresa, y si la gente veía lo bien que bailaba, tal vez cumpliría un sueño descartado de ser una persona conocida. Lo cual no me haría más, y mucho menos me haría menos. Yo solo quería bailar bien.
Se trataba de un baile grabado, que iba a ser emitido en vivo, si, habría menos emoción y todo, pero al fin de al cabo saldría en TV. El publico era casi escaso, pero la emoción muy grande. Ahí estaba la conductora, presentándonos. Casi cien personas, sin contar los camarógrafos, ni la producción.
Nunca me imaginé lo emocionante que era saber que iba a salir a bailar. En muchas ocasiones les dije lo nervioso que me sentía al otro tipo mientras estábamos en los vestuario, pero el siempre ignoró cualquier comentario, incluso cualquier acción. Hasta que llegó el momento. Los aplausos de la gente aumentaron mi nerviosismo. ¡Pero si estaba sudando! Miles de veces me pregunté como me vería en Televisión.
El baile, la coreografía, nos salió tal como la habíamos ensayado, no fue perfecta, pero fue muy buena. Después de eso no recuerdo más, solo me recuerdo a mi, en esta situación, una situación que en efecto ha cambiado mi vida por completo.
Me encontraba en un descampado junto al tipo, y a las otras dos chicas que bailaron junto a nosotros. Ellas gritando. Los dos sorprendentemente forcejeando con un arma ¡Un arma! No lo podía creer. ¿Que es esto? Mis manos no se querían dar por vencidas, pues no quería morir. Y no lo iban a hacer, sin antes haber concluido cosas pendientes. Muchas cosas pasaron por mi cabeza, lo duro de la situación, las personas que amo, las personas que amaré. ¡No quiero morir!
Mis fuerzas aumentaron, y cuando creí tener el poder sobre el arma, esta disparó una bala. Durante un segundo eterno pensé que mi hora de morir había llegado, o que tal vez desmayaría, y despertaría en un hospital, después de uno o dos días, días perdidos. Al darme cuenta que no me había caído a mi, pues no sentí ningún dolor, ninguna fuerza dentro de mi. Bajé la vista para ver mi cuerpo. En efecto, no era yo. Así que levanté la cara, creyendo que vería al otro tipo con la cara de dolor. Lo cual también me asustó. Pero no.
El otro tipo, tal vez del susto, o tal vez sobre cualquier otro sentimiento, empezaba a huir. Había soltado el arma, que en un instante reposó solo en mis manos, que cayeron con la sorpresa.
No me había alcanzado tiempo para ver a quien le había caído aquella bala, no hasta solo unos segundos, cuando el tipo se encontraba a unos diez metros de distancia, corriendo a toda velocidad. Un impacto de bala sonó. Y vi como el tipo se desvanecía por el suelo. El silencio reinó tras eso. Me recuerdo atónito, tras la mirada de un par de ojos más que pasaban por el lugar. Vi al tipo, con sangre en la cabeza, ahí había impactado la bala. Después de eso recuerdo muy poco.
Recuerdo haber llegado a casa, haber entrado tras la mirada de mi prima, entrar a mi cuarto, y esconder el arma, que no era mía. Y que había cumplido un fin contrario. El arma era de él, de ese tipo. El había intentado asesinarme, hasta ahora no sé porqué. Todo tras insultos de su parte que no me agredieron personalmente. El era un chico del Callao, de uno de esos barrios peligrosos, yo solo un típico chico tranquilo, que en su vida hubiera querido o imaginado asesinar a alguien. ¡No!, ¡jamás!, en absoluto.
No recuerdo muchas cosas que pasaron durante los dos días restantes, hasta la emisión del programa. Supe que salió en la televisión el asesinato del tipo. Ese día, y como dos días atrás, me encontraba ido, muy callado, muy solo, sin nada de apetito. Pensé que la conductora, el sábado en la emisión del programa, mencionaría la muerte del tipo que había bailado, pero No, para mi sorpresa no lo hizo.
Las imágenes del baile, sabía que muchas personas estarían viéndome. Mi aparición en la televisión no fue como quería, pero tampoco como no quería. Además mi forma de verme, era muy distinta a la de los demás, y sabia que las personas que me querían jamás me juzgarían, sin no todo lo contrario.
Ha pasado un día desde eso, estoy solo en mi casa ahora, no puedo describir lo que siento, pero tengo mucho miedo. No pensé convertirme en un asesino, y tal vez no lo sea, yo solo traté de defender mi vida. Tengo mucho miedo también a lo que pueda suceder, a que algún día en la calle puedan apresarme, o que los maleados amigos del tipo, me encuentren, me ataquen, me golpeen y me maten. He soñado muchas veces con esto, incluso cuando solo duermo un poco. A veces me obligo a creer que todo es un sueño, pero no. En cierto modo tal vez lo sea, pero es muy tangible, y no es nada bueno. Y entonces cuando descubro que es realidad, mi mente se siente atormentada por el crimen, la sangre. Asesiné a alguien, a pesar de que tal vez no fui el ultimo en apretar el gatillo. Lo más probable es que no.
Nunca sabré que hice, para que el otro tipo intentara asesinarme. Tampoco sé que hice para asesinar a alguien. Ojalá esto no habría pasado, y no se lo que signifique en mi vida. A veces me pregunto si todo esto se trata solamente de cámaras escondidas, que me hacen sufrir, pero sé que no. Aunque es muy bonito pensarlo. A veces la idea de suicidarme me invade, para no seguir sintiendo este miedo, esta angustia, pero tampoco es el caso. Jamás le he contado acerca de esto a nadie, y es difícil contárselo a todos ahora. Pero ya no lo puedo contener, y estoy aqui. Asesiné a alguien...
¿Bailar de vuelta? Una danza moderna. Con una coreografía determinada, Con un vestuario. Eso era mucho pedir, incluso para mi que me gusta bailar. He pasado preguntándome todo este tiempo. ¿Por qué acepté? Al llegar al primer ensayo, me di cuenta que tenía que bailar con otras tres personas que para mi sorpresa era totalmente desconocidos. Dos chicas y un tipo, que nunca me inspiró nada de confianza.
Al ensayar la coreografía, me di cuenta de la destreza que tenia en el baile, y lo bien que me estaba haciendo ir al gimnasio, sobre todo en los pasos de suma complicación, como cargar a mi pareja y otras cosas.
Solo tuvimos tres oportunidades de ensayo, en los cuales estaba enfocado en que cuando el día llegue, no vaya a hacer el ridículo, como la ultima vez que salí al frente en el colegio, todo muy aparte de lo que pudieran decir la gente, mi mamá, mis hermanas, mis amigos, lo cual era de suma importancia para mi. Además, saldría en televisión. Fue increíble saberlo, pero me moría de curiosidad por ver como me vería en televisión, me había preparado mucho, para no ponerme nervioso, como cuando estoy frente a una cámara digital casera, o incluso frente a la cámara web.
Solo pude cruzar pocas palabras con estos tres desconocidos, no diré los nombres, por nada en particular. Solo diré que el otro tipo nunca me veía de una buena forma, creo que jamás aceptó que un tipo que no era bailarín, y que ni siquiera era tan bueno bailando, pudiera haber tenido una oportunidad tan importante como esa. A veces tampoco yo lo creía, pero era real.
El día había llegado, solo mi familia sabía que bailaría. Me había abstenido a decirle a mis amigos, vecinos y conocidos acerca de este evento. Quería tomarlos por sorpresa, y si la gente veía lo bien que bailaba, tal vez cumpliría un sueño descartado de ser una persona conocida. Lo cual no me haría más, y mucho menos me haría menos. Yo solo quería bailar bien.
Se trataba de un baile grabado, que iba a ser emitido en vivo, si, habría menos emoción y todo, pero al fin de al cabo saldría en TV. El publico era casi escaso, pero la emoción muy grande. Ahí estaba la conductora, presentándonos. Casi cien personas, sin contar los camarógrafos, ni la producción.
Nunca me imaginé lo emocionante que era saber que iba a salir a bailar. En muchas ocasiones les dije lo nervioso que me sentía al otro tipo mientras estábamos en los vestuario, pero el siempre ignoró cualquier comentario, incluso cualquier acción. Hasta que llegó el momento. Los aplausos de la gente aumentaron mi nerviosismo. ¡Pero si estaba sudando! Miles de veces me pregunté como me vería en Televisión.
El baile, la coreografía, nos salió tal como la habíamos ensayado, no fue perfecta, pero fue muy buena. Después de eso no recuerdo más, solo me recuerdo a mi, en esta situación, una situación que en efecto ha cambiado mi vida por completo.
Me encontraba en un descampado junto al tipo, y a las otras dos chicas que bailaron junto a nosotros. Ellas gritando. Los dos sorprendentemente forcejeando con un arma ¡Un arma! No lo podía creer. ¿Que es esto? Mis manos no se querían dar por vencidas, pues no quería morir. Y no lo iban a hacer, sin antes haber concluido cosas pendientes. Muchas cosas pasaron por mi cabeza, lo duro de la situación, las personas que amo, las personas que amaré. ¡No quiero morir!
Mis fuerzas aumentaron, y cuando creí tener el poder sobre el arma, esta disparó una bala. Durante un segundo eterno pensé que mi hora de morir había llegado, o que tal vez desmayaría, y despertaría en un hospital, después de uno o dos días, días perdidos. Al darme cuenta que no me había caído a mi, pues no sentí ningún dolor, ninguna fuerza dentro de mi. Bajé la vista para ver mi cuerpo. En efecto, no era yo. Así que levanté la cara, creyendo que vería al otro tipo con la cara de dolor. Lo cual también me asustó. Pero no.
El otro tipo, tal vez del susto, o tal vez sobre cualquier otro sentimiento, empezaba a huir. Había soltado el arma, que en un instante reposó solo en mis manos, que cayeron con la sorpresa.
No me había alcanzado tiempo para ver a quien le había caído aquella bala, no hasta solo unos segundos, cuando el tipo se encontraba a unos diez metros de distancia, corriendo a toda velocidad. Un impacto de bala sonó. Y vi como el tipo se desvanecía por el suelo. El silencio reinó tras eso. Me recuerdo atónito, tras la mirada de un par de ojos más que pasaban por el lugar. Vi al tipo, con sangre en la cabeza, ahí había impactado la bala. Después de eso recuerdo muy poco.
Recuerdo haber llegado a casa, haber entrado tras la mirada de mi prima, entrar a mi cuarto, y esconder el arma, que no era mía. Y que había cumplido un fin contrario. El arma era de él, de ese tipo. El había intentado asesinarme, hasta ahora no sé porqué. Todo tras insultos de su parte que no me agredieron personalmente. El era un chico del Callao, de uno de esos barrios peligrosos, yo solo un típico chico tranquilo, que en su vida hubiera querido o imaginado asesinar a alguien. ¡No!, ¡jamás!, en absoluto.
No recuerdo muchas cosas que pasaron durante los dos días restantes, hasta la emisión del programa. Supe que salió en la televisión el asesinato del tipo. Ese día, y como dos días atrás, me encontraba ido, muy callado, muy solo, sin nada de apetito. Pensé que la conductora, el sábado en la emisión del programa, mencionaría la muerte del tipo que había bailado, pero No, para mi sorpresa no lo hizo.
Las imágenes del baile, sabía que muchas personas estarían viéndome. Mi aparición en la televisión no fue como quería, pero tampoco como no quería. Además mi forma de verme, era muy distinta a la de los demás, y sabia que las personas que me querían jamás me juzgarían, sin no todo lo contrario.
Ha pasado un día desde eso, estoy solo en mi casa ahora, no puedo describir lo que siento, pero tengo mucho miedo. No pensé convertirme en un asesino, y tal vez no lo sea, yo solo traté de defender mi vida. Tengo mucho miedo también a lo que pueda suceder, a que algún día en la calle puedan apresarme, o que los maleados amigos del tipo, me encuentren, me ataquen, me golpeen y me maten. He soñado muchas veces con esto, incluso cuando solo duermo un poco. A veces me obligo a creer que todo es un sueño, pero no. En cierto modo tal vez lo sea, pero es muy tangible, y no es nada bueno. Y entonces cuando descubro que es realidad, mi mente se siente atormentada por el crimen, la sangre. Asesiné a alguien, a pesar de que tal vez no fui el ultimo en apretar el gatillo. Lo más probable es que no.
Nunca sabré que hice, para que el otro tipo intentara asesinarme. Tampoco sé que hice para asesinar a alguien. Ojalá esto no habría pasado, y no se lo que signifique en mi vida. A veces me pregunto si todo esto se trata solamente de cámaras escondidas, que me hacen sufrir, pero sé que no. Aunque es muy bonito pensarlo. A veces la idea de suicidarme me invade, para no seguir sintiendo este miedo, esta angustia, pero tampoco es el caso. Jamás le he contado acerca de esto a nadie, y es difícil contárselo a todos ahora. Pero ya no lo puedo contener, y estoy aqui. Asesiné a alguien...
No hay comentarios:
Publicar un comentario