viernes, 19 de agosto de 2011

Dibújame una sonrisa...

Tengo tu sonrisa,
grabada en mi mente
pero en cuanto vino la brisa
ya estabas ausente,
todo sucedió tan de prisa,
todo sucedió en mi mente.


Tengo tu honor,
entre el fuego y mi valentía,
en mis cantos en tenor,
para salvarme de la hipocresía,
¡Adiós! a aquel estupor,
lo sé; vivimos con alegría.


Gracias por tus abrazos,
por todos tus sentidos,
en todos los tropiezos,
me has levantado del suelo,
y en mis momentos escasos,
no ha habido más consuelo.


Extraño tu firmeza,
¿Por qué te fuiste?
¿Por qué olvidaste nuestra promesa?
como un ave sin alpiste,
me lamento con torpeza,
¿Cómo más estar? Si ya no volviste.


Me dejaste tus rimas
como ves, padezco con ellas,
gracias por tu talento,
tus minutos inmortales,
tus escenas triviales,
tu desinteresado aliento.


Hoy te extraño más que nunca,
solo que el nunca es nada,
y tu fuiste cual ave nodriza
en mil segundos en la ensenada,
hoy te reclamo; con un por favor,
dibújame una sonrisa.

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