En las penas,
he visto lo surreal,
cruzar mi ventana
¡Que bonitos ojos!
los que no miran,
los que me perciben.
he visto lo surreal,
cruzar mi ventana
¡Que bonitos ojos!
los que no miran,
los que me perciben.
En lo especial,
he visto su espíritu;
que rara es la pobreza
comparada a la riqueza,
esa que es del alma,
esa que no se deja.
he visto su espíritu;
que rara es la pobreza
comparada a la riqueza,
esa que es del alma,
esa que no se deja.
En su camino sin pies,
he puesto mi sostén,
he de pisar sus pisadas,
he de caminar por ahí,
en sus pasos que no piden,
en sus pasos que no ven.
he puesto mi sostén,
he de pisar sus pisadas,
he de caminar por ahí,
en sus pasos que no piden,
en sus pasos que no ven.
Su desfigurado rostro,
del terciopelo la envidia,
de perfecto salubre,
ha tocado mi mano,
con caricias solemnes,
he descubierto la vida.
del terciopelo la envidia,
de perfecto salubre,
ha tocado mi mano,
con caricias solemnes,
he descubierto la vida.
Una cruel vista loca,
que mira con inocencia,
lo que con clemencia llora,
en sus noches de enojo,
preguntando el por qué,
que el viento recusa.
que mira con inocencia,
lo que con clemencia llora,
en sus noches de enojo,
preguntando el por qué,
que el viento recusa.
Su perfecto error
ha vituperado la tarde,
ha enloquecido las aguas,
el viento del sur,
me ha traído sonrisas,
me ha enseñado a vivir.
ha vituperado la tarde,
ha enloquecido las aguas,
el viento del sur,
me ha traído sonrisas,
me ha enseñado a vivir.
en tus llanos secos,
has empapado mi día,
me has visto crecer
¡Adiós imperfectos!
¡Adiós perfección!
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