lunes, 21 de diciembre de 2015

Antes que todo termine



















Y antes que todo termine, quiero decir menos que todo lo que dije mientras decidí quererte. Quiero decir lo que no dije en esos instantes de silencio donde nuestras miradas hablaban por nosotros. Quiero nuevamente caminar algunos pasos más por el vacío. Porque nunca me he sentido más lleno que dando esos pasos, tales que no tenía necesidad de decir hacia donde iba.


Estoy viendo que los sueños se acaban  y aun así he decidido no dejar de soñar. He visto que se extinguen las palabras en mi mente, y por ello uso las que me dicta el corazón. Antes que todo termine y que no deba, ni pueda (y tal vez ni quiera) deseo decir: Lo siento. 

viernes, 20 de enero de 2012

Si un día vuelves...



Si ese día
de sorpresas,
llega un día.
en tus promesas,
aquel dia
creeré.
más si llega
el día,
en que no vuelves
¿Qué haré?


Si decides,
cruzar el mar,
y las voces
de la gente
no escuchar,
si decides
caminar adelante,
y adentrarte
en el amor
en el perdón
he de amarte.


Más si solo,
de mi quiere saber,
por fisgoneo,
para saber,
de mi vida,
mi ánimo
y mis amores,
te diré:
asi vuelvas,
o te mueras,
te amaré.


Y si la vida,
caprichosa,
y odiosa,
me lleva
a las nubes,
a los cielos,
sin un cuerpo,
sin razón
sufriré.


Si en pena
mi alma muerta
puede estar,
y viajar
por los rincones
las tierras,
los mares
recorreré
mas ese lugar,
en que tu estés
en que vives,
no iré.


Porque mi alma,
es paciente,
y te ama,
sin saber…
Porque es tonta,
y muy frágil
y me grita,
sin un día vuelves,
esperaré.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Imperfección...


En las penas,
he visto lo surreal,
cruzar mi ventana
¡Que bonitos ojos!
los que no miran,
los que me perciben.

En lo especial,
he visto su espíritu;
que rara es la pobreza
comparada a la riqueza,
esa que es del alma,
esa que no se deja.

En su camino sin pies,
he puesto mi sostén,
he de pisar sus pisadas,
he de caminar por ahí,
en sus pasos que no piden,
en sus pasos que no ven.

Su desfigurado rostro,
del terciopelo la envidia,
de perfecto  salubre,
ha tocado mi mano,
con caricias solemnes,
he descubierto la vida.  


Una cruel vista loca,
que mira con inocencia,
lo que con clemencia llora,
en sus noches de enojo,
preguntando el por qué,
que el viento recusa.

Su perfecto error
ha vituperado la tarde,
ha enloquecido las aguas,
el viento del sur,
me ha traído sonrisas,
me ha enseñado a vivir.

¡Adiós bello pueblo!
en tus llanos secos,
has empapado mi día,
me has visto crecer
¡Adiós imperfectos!
¡Adiós perfección!

martes, 8 de noviembre de 2011

¿Puedes decirme?



¿Puedes decirme?
¿Por qué ya no cantas?
y no eres la misma,
que hallé entre tantas.

¿Puedes decirme?
porque no has vuelto,
ya ha cumplido el plazo
yo; en desesperación
vivo envuelto.

¿Puedes decirme?
porque ahora huyes
hasta del medio mas frío,
en busca de abrigo,
si; ¡aquí esta tu amigo!

Aquí está tu amigo,
tu amante; el amor,
como un día dijiste,
como un día me dije,
ahora no veo;
lo que siempre quisiste.

¿Es fácil verdad?
decir lo que no dices,
porque tal vez es profundo,
es; como no lo sé,
es como todos dicen,
es frágil, es de cristal,
es amor.

Es tonto, incoherente,
yo no lo sé y todos lo hablan,
¿Puedes decirme?
¿Por qué no dices nada?
y solo me observas,
allá a lo lejos, en la destrucción,
en esa tierra atormentada.

¿Qué más te digo?
si seguirán tus silencios,
si pensarás en la vergüenza,
del que pensaré;
solo te digo:
yo no pienso nada
solo pienso en ti,
no en tu vida enmarañada.

miércoles, 19 de octubre de 2011

¡Seguir!


Aún cuando esté muriendo,
en este dulce maldito ocaso,
por toda la inmundicia mía;
aunque todavía no recuerde,
quien soy y a mis amigos,
aún voy a seguir pulsando,
en una hoja, en un papel,
lo que me dicta la conciencia,
así se ha hecho esta vida,
si lo dejas a medias,
no se gana experiencia.

Porque no vale parar,
si aun no se ha acabado,
a mover los pies,
aunque se esté casi muerto,
¡A parar la oscilación!
a este mundo acobardado,
a sellar las velas,
que el viento a desgarrado.

Un marinero firme no es,
quien ha recorrido más aguas,
si no quien tras luchar,
contra corrientes y malaguas,
ha llegado a su destino.
ha combatido en la turbulencia,
ha sido difícil, yo creo,
pero así es la firmeza.

A mover pues las manos,
y a hacer lo que se debe
porque como ha dicho alguien
¡Sabíamos que esto sucedería!
Yo sabía que sufriría,
y cobardes como mucho,
así no soy, amigo leyente,
me cansé de parar,
y de no ser capaz,
de leer esta mi mente,
para ser como un día dije,
un escritor elocuente.

martes, 4 de octubre de 2011

¡Cásate!...



Dicen que cuando alguien muere,
solo su cuerpo se zozobra,
y mal dicen que alma llora,
impertinente y lúcida en el mundo;
yo solo creo en las verdades,
y no en lo que en el mundo aflora.


Gimen por el pueblo,
que te han visto hoy con él,
y con una mancha en tu vestido,
me han dicho que has aparecido
¡Oh mis ojos que no quieren verte!
Y si sin dicha he de morir,
solo será por no tenerte.


Ayer lloré, cuando me dejaste,
mal codicié tu cercanía,
al pasar por la serranía
en el pueblo que nos vio crecer;
entre deseos te he pedido,
¡No visites mi lecho de descanso!
cuando tenga que fenecer.


Hoy he visto unos ojos,
lloriqueando y suplicando,
con clemencia me pedían
con el arte que solo el mentiroso,
solo fije mi vista y me vi,
no como creí, no era hermoso.


¿Supiste que me voy?
entre llantos, listeza y agobio
de la gente que me quiere;
no se si te quedarás llorando
pues más nada puedes hacer,
solo oír mi ultimo pedido;
¡Cásate! ha de ser.


Cásate, por que si no lo haces
en dos siglos tus bisnietos,
leerán mis paráfrasis,
¡Y te condenarán vilmente!
en la tumba que reposes,
hasta que tu alma demente,
sea olvidada por la gente.


Dicen que del árbol caído,
todos hacen su provecho,
y una vez que yo me vaya
cual lobos rapaces tus verdugos,
han de venir a comerte,
y si en el herirte esta el arte,
ellos se han de ir sin devorarte.


Y duele más un alma herida,
un alma herida sin perdón
duele más que el cuerpo,
que una astilla o un gran hincón;
duele amor del cielo,
así como en el alma un ardor,
no lo escribo cariño mío,
acabé con mis poemas,
cásate, hoy me voy.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Ciento seis días...


He despertado en la hoguera
he venido de una hilera,
del brillo del sol profundo
donde se atesora este mundo.


Más de un viaje he vivido,
más de mil ríos recorrido;
he sido náufrago en el mar,
a las olas aprendí a calmar.


Vengo de buscar tesoros,
desde una tierra sin sonoros,
ahí he aprendido a nadar,
mis ideas acomodar.


En la vía fácil, me he perdido,
y entre la bajeza he existido,
¡Dele mi saludo señora! He gritado,
este no es mi lugar, no he fracasado.


Tras mis sueños, fui en la realidad,
y no me he rendido con la mortalidad,
porque he descubierto que vale más
el hombre que lo ha hecho, no quien lo hará.


He caminado en tierra y en la ciudad,
entre la nobleza y la pobre comunidad,
he visto quien pide, y quien su vida da,
quien está por irse y quien se quedará.


Así he vivido ciento seis días,
entre buenas canciones y melodías,
soy testigo que el sabio calla
y el ignorante pierde la batalla.


He visto poetas, pintores, actrices,
he conocido la vida y sus cicatrices,
he recorrido países, ciudades enteras,
como mirar, y a hablar de mil maneras.


Eso y mucho más he hecho;
son todas experiencias mías,
y he sentido más que eso,
solo en ciento seis días.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

El elfo Singán...


Este es el cuento del elfo Singán, de quien más de uno ha intentado hablar. Singán creció en la maleza, en la espesura, lejos de la realeza. De niño comió insectos, y aunque no sabían a caviar, era lo único que estaba cerca al manjar. No hubo ravioles jamás probó gaseosas, en sus días con más suerte unos grandes caracoles de las cortezas grasosas.


Para el invierno Singan, decidió emigrar, un caballo alado había domado… Ya en el cielo Singán descubrió un secreto, que la familia real tenía un decreto. Él siguió hasta estar en lo correcto y en efecto, mientras iba andando encontró casi volando un pequeño folleto, como pergamino iba revuelto. ¡Que es esto! Dijo Singán inquieto.


La princesa Gamussa se tenía que casar, era una bella ninfa, que a todos lograba encantar; su natural belleza e ideal destreza para la danza era con certeza una irremediable, inmutable intachable… ¡Ella era perfecta! Y Singan aún lo sabe.


Un solo pensamiento, de una proeza era todo lo que necesitaba… Si lograba con valentía y promesa, su enfoque conseguiría. Mientras nuestro Singán meditaba en el páramo; a la hechicera Jinata encontró enfadada… <¡Maldición! ¡Maldición!> gritaba la vieja <¡En la perdición estoy>  decía su queja…

Singán descubría más que una amenaza, la venganza de una mala mujer. Después de todo dijo Singan, Hoy era el día, aunque si no llegaría, entonces con honor moriría.

Singán fue a un poso mágico, y al lanzar un peso, pidió un deseo; La apariencia de una princesa Singán tenía, y en búsqueda de la tonta bruja Singán iba.
Al llegar al valle, la hechizera no estaba, la historia peligraba si no la encontraba. <¿A dónde va?> preguntó al jilguero, gritó el ave con agüero.


< Tristá, Tristán > llamó nuestro personaje, el Pegaso del cielo no había llegado, en un segundo intento, algo lo asustó, con sus alas negras el caballo alado llegó. furioso decía, quien apariencia de la princesa Gamussa, ahora tenía. <¿Qué me miras, soy Singán> gritó enfadado…
En el camino Singán un plan ideaba, y en lo que menos pensó en el valle del norte estaba.
Su última maldición lanzó la hechicera, a lo que ella pensaba que la princesa era. su último hechizo.


¡Oh no! ¿Qué sucedió con Singán? ¿En una rana? ¿El beso de una princesa?¿Cien años de sueño?¿O sería una bestia? ¡Oh no! Pobre Singán ¿Qué habrá pasado?



Tranquilos amigos, Singán no ha muerto, es la estrella, así que tiene que seguir luchando por ella. ¿Qué pasó entonces? ¿Cuál fue el acontecimiento? Que desde su nacimiento Singán no fue feliz, si no hasta después de la maldición, porque no era ninguna unción a quien no había sido feliz…

Así Singan en su mismo estado, y la bruja que ni cuenta se había dado, pensó que lo había logrado. <¡Que tonta! ¡Que tonta!> desde el otro lado, celebraba la princesa, el acontecimiento le había encantado. el rey exaltado. debatia Gamussa…

La boda llegó, un día de primavera, un día en el que su castigo recibió la malvada hechicera. Por fin esta historia acaba en un final feliz para nuestro querido Singán, no hay más ningún desliz. En un castillo lejos de la maleza, Singán ganó, no solo ser parte de la realeza, gano ganó a su eterna compañera, una bella doncella, una bella princesa….




FIN

martes, 27 de septiembre de 2011

Eres mi sol, mi único sol...


Montadas de un hipogrifo,
por el cielo violeta vuelan,
las esperanzas en vida;
más allá a lo lejos,
llega la primavera.


Los riachuelos cantan,
con magia de dioses,
mientras espantadas las rocas,
chillan vigorosamente,
y así nacen los diamantes.


¡Cuánto te amo!
y el atardecer ha llegado,
flotan las nubes a tu lado,
¿cómo estará el mar?
no, solo se de mi.


Yo tengo la mente grande,
no sé si es de amargura,
o si de locuras estoy lleno,
más que de ilusión,
bien, te quiero.


Hoy mis manos tiemblan,
más que cansado,
tal vez te conozca,
te dedico mis fuerzas,
si estás al otro lado.


Aunque un niño débil soy,
todas mis fuerzas para ti,
te amo y no veo tu bondad,
mientras en tu caridad,
todo lo que puedo hacer.


Nunca he conocido
el cansancio como el de hoy,
no quiero hablar de lo que hay,
y si no hay nada,
quiero vivir en tu silencio.


Mira como gozan los prados,
como los arboles estilan alegría;
si bailar pueden con felicidad,
se habría inventado,
nuestro baile inevitable.


Cuando los problemas vengan,
y aún no este yo; para cuidarte,
solo sé un secreto del aire,
¡el viento cambia de dirección!
mándamelos y lucharemos.


Tal vez nunca lo sepas
¿Quién sabe que hay magia?
solo las que creen en ella,
yo creo en ti,
y sin duda; vives.

Ni un paso más...


Ni un paso más,
trato de evadirme,
de rendirme vengo
te tengo en mi cabeza,
y reza mi corazón;
una leve oración,
como canción suena,
de pena ha de ser.


¡Cuidado! De volver,
dicen que de regreso,
ileso nadie ha vuelto,
inertes se han visto;
Insisto, no vuelvas,
mas pruebas te aviso,
es conciso la ida,
a tu venida, muero.


No mires,
nisiquiera eso,
te beso en mi mente,
presente ya no estás,
ahora vas sin mi,
sin mi mismo voy yo,
se cayó mi alma aquí,
hasta aquí llego yo.


Adiós lamento,
el momento ha llegado,
ha rayado el alba
de lo malva lo dificil,
ha sosegado mi alma dócil,
solo sigo al destino,
mohino mi cuerpo,
en el camino sigue.


Ni un paso más,
suplica el caminante,
en su incesante sendero,
el cordero muere,
y si viniere la bestia,
de agustia morirías,
y si no te irías,
se va tu tiempo.